Habiendo observado, de un tiempo a esta parte, la circulación por esta vía interactiva de diversos artículos que intentan explicar, bajo el formato de “curiosidad histórica”, aspectos relativos al origen de nuestra célebre marcha “San Lorenzo”, y en los que se deslizan errores de distinta índole -ortográfica, gramatical, conceptual y hasta una frase poco feliz respecto a su dignísimo compositor-, los integrantes de la “ASOCIACIÓN MARCHA SAN LORENZO Y DEMÁS CANCIONES PATRIÓTICAS”-ex “ASOCIACIÓN PRO VIGENCIA Y DIFUSIÓN DE LA MARCHA SAN LORENZO”, -entre los que tenemos el honor de contar con descendientes directos de sus autores de música y letra-, entendemos necesario distribuir estas líneas, con el sólo objeto de clarificar y/o rectificar lo que consideramos confuso o simplemente errado; invitando desde ya y por idéntico medio a quienes disientan, con nuestra versión histórica- basada en hechos y elementos que lograron conservar las familias descendientes , como así en testimonios históricos de otros familiares y allegados ya fallecidos-, a exponer la propia, siempre y cuando acompañen la documentación que avale la misma, pues sólo así, podríamos desestimar cualquier otra intención en sus difusores, de quienes presumimos desde ya la exclusiva finalidad de enriquecer nuestro patrimonio cultural, -y no un vano interés comercial-, objetivo aquel únicamente concretable, empero, a través de datos veraces o al menos comprobables.
Como aspecto preliminar, ACLARAMOS:
1º) La partitura se tituló “Marcha San Lorenzo” y no “Marcha de San Lorenzo”.
2º) Su compositor realizó efectivamente otras marchas, entre ellas la también conocida “Curupaity”, pero adaptada posteriormente al cancionero escolar de la época como “Tuyutí·” -es la misma marcha-.
3º) Su estreno como Marcha Oficial del Ejército Argentino se produjo el 3O/X/19O2, en la Ciudad de Santa Fe –provincia homónima-, si bien días antes se ejecutó en las cercanías del Convento Real San Carlos Borromeo de la Ciudad de San Lorenzo -en ambos casos aún sin letra-.
4º) Conforme a datos de tradición oral familiar de ambas familias, sus autores se conocían, pero no existe constancia fehaciente de haber sido ambos vecinos en la ciudad de Venado Tuerto –Pcia. de Santa. Fe.
5ª) Cayetano Alberto SILVA, su compositor –nacido uruguayo, pero nacionalizado argentino- , atravesó a lo largo de su relativamente corta existencia numerosas dificultades, tanto en lo laboral como en lo social, debido a su estricto sentido de la justicia, a su extrema bonhomía casi rayana en lo ingenuo, y tal vez –por qué no?-, a su condición étnica, habiendo transcurrido además casi toda su adolescencia en un ámbito escolar de férrea disciplina donde eran frecuentes los excesos de autoridad, al punto de requerirse en alguna oportunidad la intervención del Gobierno para poner límites a los mismos; pero todo ello lejos de motivar en él un rechazo a la sociedad, que en cierto aspecto lo marginaba, determinaron en este notable músico una visión más justa de las cosas, un profundo respeto hacia sus semejantes, y una demostración de altísima dignidad aún en los momentos mas difíciles de su vida.
Planteado lo anterior, ofrecemos a consideración el siguiente relato:
¿Quién no ha entonado alguna vez nuestra célebre Marcha “San Lorenzo”? Creemos que no hay argentino- al menos desde los hoy adolescentes hasta los de edades mayores- que no hayan cantado siquiera en alguna oportunidad de su vida sus estrofas. Es que la afamada marcha patriótica –creación musical del Maestro Cayetano Alberto SILVA allá por 1901, y a cuya vibrante partitura le añadiera en 1907 el profesor Carlos Javier BENIELLI los magníficos versos de su letra -, ha recorrido triunfalmente nuestro país y, trascendiendo sus fronteras, es hoy parte integrante del repertorio oficial en casi una veintena de naciones del mundo.
No obstante tan merecido éxito, poco se conoce en general sobre su génesis y sobre sus autores. Ello es atribuible por un lado, a la insuficiencia o precariedad de los registros formales de esa época – tanto respecto a las personas: partidas parroquiales, etc., como a los elementos materiales: archivos, bibliotecas, etc., por no conservación, falta de mantenimiento, extravío o simple destrucción-; y por otro lado, a que tanto el temperamento bohemio y la muy digna humildad del Maestro Cayetano Alberto SILVA, como la sobria modestia y el carácter reservado del profesor Carlos J. BENIELLI han determinado la limitación de datos fidedignos sobre sus respectivas obras, lo que obliga a una tesonera y a menudo ardua tarea de reconstrucción de sus aspectos biográficos, labor que, desde nuestra Asociación, llevamos adelante con el consiguiente esfuerzo, procurando aplicar el mayor criterio de seriedad posible en la selección de datos que llegan a nuestro conocimiento, y que a veces rozan el campo de la leyenda o el mito.
Aclarando lo previo y conforme a las fuentes que paulatinamente hemos podido consultar, el Maestro Cayetano Alberto SILVA compuso la conocida partitura- tal vez a lo largo de varias jornadas-, a principios de 1901 época en la que residía en la ciudad de Venado Tuerto -sudoeste de la Pcia. de Santa Fe-, motivado en rendir homenaje a la gesta Sanmartiniana y a instancias de un amigo del Maestro, Dr. Celestino PERA; y hallándose además en amistad con el entonces Ministro de Guerra del Presidente Julio A. ROCA, Tte. Cnel. Pablo RICCHIERI -oriundo de la ciudad de San Lorenzo, también Pcia. de Santa Fe-, le dio tal título a su pieza musical, con lo cual cumplía ambos objetivos: memorar el primer combate del Padre de la Patria en suelo americano y paralelamente realizar un gesto de amistad con RICCHIERI, a quien dedicó la obra, al punto de enviarle la partitura con una misiva en tal concepto; y como la marcha estaba compuesta para violín, el citado Ministro la mandó arreglar musicalmente para banda, y tal fue su agrado por la interpretación tras su escucha, que la difundió a través de las guarniciones del país, a la vez que al año siguiente la decretó como Marcha Oficial del Ejército Argentino, estrenándose públicamente bajo tal consideración el 30 de octubre de 1902, en ocasión de la inauguración de la estatua ecuestre del General José F. de SAN MARTÍN en la ciudad de Santa Fe, provincia homónima, con la presencia del Jefe de Estado y del Ministro RICCHIERI, y otras autoridades nacionales y locales, y ejecutada allí por las bandas de los Regimientos 5 y 10 de la ciudad de Buenos Aires -trasladadas al efecto-, bajo la batuta de su creador Cayetano A. SILVA, y aún sin letra.
Al respecto tenemos conocimiento por tradición oral de la familia BENIELLI que efectivamente los versos de la marcha le fueron añadidos por el Profesor Carlos Javier BENIELLI -conocido también del Maestro SILVA -, en el transcurso del año 1907, presuntamente en la ciudad de Buenos Aires; y luego adaptados para su inclusión en el Cancionero Escolar.
Las vicisitudes posteriores en la vida de su creador Cayetano A. SILVA, autor además de numerosas composiciones, entre marchas, valses, tangos, mazurcas y coautor de la comedia musical “Canillita” junto con su compatriota Florencio SÁNCHEZ, entre otras actividades, padre prolífico de 8 hijos, negro de raza y puro de alma, lo llevaron en su aludida bohemia a situaciones económicas difíciles, paradójicamente inversas a la magnitud de su obra; y así hallándose en la provincia de San Juan -uno de tantos destinos militares como Director de Bandas asimilado del Ejército, llegando al grado de Capitán-, recibió la visita de un representante de la empresa “Breyer Hnos.” -hoy Ricordi-, que vislumbrando el éxito de la Marcha “San Lorenzo” le adquirió los derechos de autor de la misma por una cantidad de dinero, tal vez necesaria en ese momento para compensar algunos gastos familiares y de salud del compositor, pero evidentemente no proporcionales a la importancia de su genial partitura. Llamativamente muy poco tiempo después de este episodio, -mes de junio de 1911- , recibió el Maestro SILVA una salutación escrita del Secretario de la Embajada argentina en Londres, dándole cuenta de que la Marcha “San Lorenzo” había sido ejecutada durante los actos de coronación del Rey Jorge V de Inglaterra…
El prestigioso Profesor Carlos Javier BENIELLI era oriundo de Cuyo -Provincia de Mendoza-, y egresado como docente normal en su tierra, se trasladó a Buenos Aires, completando el profesorado en el Colegio “Mariano ACOSTA”, con tal título ejerció la docencia hasta la categoría de Director, siendo asimismo fundador de una escuela porteña situada actualmente, y bajo su nombre, en el barrio de Once de C.A.B.A., realizando asimismo trabajos en otras instituciones de la niñez.
Y es así como sus admirables versos han venido a complementar sabiamente la excelsa composición musical del Maestro SILVA, logrando la brillante conjunción que hoy conocemos y cantamos con legítimo orgullo: música y letra, letra y música, dos expresiones de un mismo sentimiento artístico y patriótico notables, que han confluido para dotar a nuestra Marcha “San Lorenzo” de un estilo, cadencia y sonoridad inigualables.
